Rodeada de telas, alfileres y bocetos de su madre, Namibia Viera desde sus tres años ya vivía sumergida en la magia de su mundo perfecto: máquinas de coser, trajes por doquier y una madre, apasionada del diseño, dispuesta a enseñarle todo lo que necesitaría saber.
Tres décadas más tarde, ahora radicada en la Gran Manzana, la diseñadora puertorriqueña está viviendo su sueño.
“Desde que tengo uso de razón sabía que quería ser diseñadora de ropa. Mami vio en mí el interés y las ganas de aprender así que me enseñaba todo lo que tenía que ver con el diseño y la construcción de ropa”, contó Viera, de 36 años.
Su madre, la reconocida diseñadora de vestuario para cine y teatro, Vilma Martínez, creadora también de Ropajes Inc., influyó grandemente en la formación artística de su hija. Siempre curiosa, Viera quería tomar clases de todo: arquitectura, música, teatro, gimnasia; y Vilma, como era de esperarse, fue su cómplice número uno.
“MAMI ES DE LAS QUE TE ACONSEJA CON LA ACCIÓN, CON SU EJEMPLO. ES MI MADRE Y MI MENTORA”
Sin rutinas que la aten, siempre está enfocada en distintos proyectos. Confeccionando diseños a la medida y de alta costura, trabajando para importantes casas de moda, como Chanel y Oscar de la Renta, colaborando y enseñando en el taller de su mamá en San Juan y recientemente, confeccionando unos vestidos para Lady Gaga.
“Un día me escribieron un email que se titulaba ‘Namibia Viera x Lady Gaga’. Me estuvo bien extraño. Al principio pensé que era una broma, pero no. Efectivamente eran los stylists de ella”, comparte la diseñadora, quien cuenta con dos bachilleratos del Fashion Institute of Technology (FIT), en Nueva York.
Según Viera, la contactaron a raíz de una publicación que salió en la revista estadounidense Vogue, luego de su graduación de FIT en diseño de moda sportswear en el 2016.
“Fui a sus oficinas a llevarles el vestido y aunque no lo pudo usar, ella quedó encantada. Mandó a decir que quería conocer más sobre mi trabajo y de ahí me encargaron a diseñar y confeccionar el outfit que usaría para un vídeo de Apple Music”.
Inspirada en David Bowie, el rock & roll de los 70 y una estética victoriana, por tres semanas Namibia no hizo nada más que no fuese enfocarse en diseñar y confeccionar lo que terminó siendo un jumpsuit a la medida con embellishments cocidos a mano.
“El vestido pesa demasiado, pero le quedó perfecto sin tener que haberle hecho entalle ni una sola vez. Ella quedó fascinada y mandó a decirme que amó el jumpsuit y que se veía bien Dolly Parton meets McQueen”.
Pese a que su proceso creativo ha cambiado según sus experiencias a través de los años, sus diseños continuan teniendo el mismo propósito de siempre: decorar el cuerpo de la mujer, embellecer el ambiente que nos rodea y crear emociones.
“No me encanta mucho la palabra moda. No me gusta dejarme llevar por tendencias. No me gusta seguir la corriente. Desde siempre he hecho lo que he querido en todos los aspectos de mi vida. Me gusta tomar riesgos aunque no siempre me salen bien pero lo importante para mí es estar en constante movimiento, experimentación y búsqueda y así evolucionar como artista y como persona”.
Entre tanto trabajo, sus días podrían ser impredecibles, pero lo que nunca puede faltar en la rutina de Viera es el desayuno con su esposo, el fotógrafo puertorriqueño Omar Robles.
“EL PROCESO CREATIVO DE CÓMO HACER UNA PRENDA, COMO TOMA FORMA, MIRARLA TERMINADA EN UN CUERPO HUMANO Y LO QUE EVOCA, ME ENCANTA”.
Con la idea de crear una línea más asequible y romper las barreras de la distancia, Viera estará comenzando una producción exclusiva de piezas ready-to-wear que estarán disponibles online a partir de marzo del próximo año para hombres y mujeres de distintas partes del mundo.
La preparación en ilustración de moda adquirida desde el noveno grado en la Escuela Central de Artes Visuales, en San Juan, y luego en FIT a sus 19 años, le ha permitido crear prints y texturas de telas que aún no existen, teniendo así total control creativo de su pieza final.
De hecho, sus diseños favoritos son unos que aunque están ilustrados, todavía no los ha llevado a la realidad. “Son unos bien coloridos y parecen rompecabezas tridimensionales”.
“LAS HORAS ME PASAN VOLANDO Y CUANDO LAS HORAS TE PASAN VOLANDO SIGNIFICA QUE LA ESTÁS PASANDO DEMASIADO BIEN”
El color siempre está presente cuando de Namibia se trata. En el 2016, después de haber trabajado por muchos años en la industria local, decidió reconectar con la ciudad que nunca duerme.
Lo que la llevó a ganar los únicos dos premios que otorga el FIT: Best Use of Color y Critic Award con un vestido inspirado en las lozas criollas que creció viendo en las calles coloniales del Viejo San Juan.
Con su país y su mentora siempre en su corazón, Namibia va, de la alta costura al ready-to-wear, añadiendo color a las calles de una ciudad que nunca duerme. ¡Y lo que falta!
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