El espacio que nos rodea debe ser reflejo de nuestro estilo de vida y personalidad. A veces nos enfocamos en la estética del apartamento o la casa sin pensar en la comodidad y conveniencia de quienes lo vivimos, que es lo más importante.
Al final del día, es el lugar que queremos llegar y sentirnos en paz, en nuestro zone, descansar y recargar energías. Para esto, tenemos que asegurarnos de diseñar un espacio que te invite y te impulse a sacar ese tiempo para ti.
Añádele a tu hogar esa tranquilidad que tanto buscas integrando una hamaca, ya sea para tus siestas de domingo, leer un libro, escuchar un podcast o simplemente chillear por un momento.
1. Mantén la visibilidad
Hacia donde miramos establecerá el tono y el mood de tu momento. Una hamaca mirando hacia una pared aburrida hará que nunca la uses y termine solo siendo otro objeto más de decoración. Trata de buscar una buena vista, que entre luz, rodéate de plantas… Así le darás otro vibe al espacio.
2. Añade entretenimiento
Asegúrate de que este espacio esté rodeado de esos esenciales que necesitas para tener un buen rato contigo mismo. Si en las tardes te gusta leer un libro, tenlos cerca. Si prefieres risas frente a la televisión, acomoda la hamaca con buena visibilidad. Así te aseguras de sacarle su provecho.
3. Juega con las formas
Hay personas que piensan en hamacas, y automáticamente se van más por una línea rústica o bohemia. Sin embargo, si te mantienes abierta a posibilidades encontrarás estilos que se acoplan a tu gusto al decorar.
4. El lugar del nap
Dormir de día puede ser challenging. Hay personas que simplemente no pueden desconectarse y quizás la hamaca es el empujón que necesitan para hacerlo. Añade una frisa y almohadas y acostúmbrate a sacar el tiempo para recargar.
5. De dos en dos
Si compartes tu hogar con tu pareja, una sola hamaca es una idea injusta. Con dos pueden fomentarse pasar más tiempo juntos, así sea cada uno por su lado haciendo lo que le gusta. El simplemente estar es beneficiario.
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