Desde que Orlando López decidió separarse de Félix Fletcher colapsando así su colaboración de años, Of Atelier, lo único que ha hecho es reinventarse. Lo vimos en su colección Otoño Invierno 2016, donde destacó los murales del artista Javi Cintrón en sus piezas. Ahora lo volvemos a ver con su más reciente, Primavera Verano 2017.
“¿Qué traería esta vez Orlando López?”, era la pregunta que nos hacíamos antes que comenzara el desfile. Lo que jamás imaginaríamos es que nos conquistaría con la paradoja danzante entre la delicadeza y el dramatismo de una bailarina.
Con música clásica de fondo, no esa que usas para relajarte, sino aquella que despierta curiosidad y pasión, dio comienzo su desfile mientras tres bailarinas de ballet danzaban sobre el escenario.
Aunque es cierto que muchas tendencias de esta temporada han sido inspiradas en el ballet y la bailarina (faldas de tul, coronas, zapatillas de bailarina con cintas), López les dio un giro diferente haciéndonos recordar la trama de Black Swan, una disyuntiva entre la bailarina oscura y la dulce.
Comenzando con colores oscuros, pero transisionando a colores pálidos, Orlando utilizó trajes negros combinados con verde lima, rojo, rosa pálido, crema, blanco y azul claro. Además, texturas como el encage, chifón, transparencias, bordados y tul, que no solo utilizó en faldas, sino también en los hombros y tops.
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El beauty look maximizó, sin duda alguna, la expresión artística del diseñador. Moños repelados por la mitad, un maquillaje romántico natural y unos tocados de coronas por la diseñadora puertorriqueña Elaine Moreira.
Ethereal Beauty, como fue llamada la colección, surge de la última exposición del pintor francés Edgar Degas que precisamente está inspirada en bailarinas. Etéreo: poco definido, sutil, sublime, intangible, relativa ante los ojos. ¡Bravo!
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