Sin embargo, el tenerlo recogido y organizado te ayudará inimaginablemente al momento de buscar qué ponerte. No te compliques demasiado la vida y sigue estos consejos para organizar tu clóset.
1) Dile adiós a lo que no usas, no te sirve o está roto
Lo primero que tienes que hacer es deshacerte de todo lo que verdaderamente no necesitarás. De nada vale que ocupen espacio si no las vas a usar. No te mientas a ti misma. Todas tenemos una pieza de la intermedia que ya ni nos sirve y por alguna razón no la queremos dejar ir. ¡Es hora!
Vuelvo y repito, no te mientas a ti misma. Tampoco digas que vas a llevar a arreglar una pieza que se te rompió. Sabemos que al final del día tampoco la llevarás, por tanto, no la usarás.
2) Regala, no botes, o lleva a una tienda de segunda mano
Una vez ya hayas decidido qué no quieres tener en tu guardarropa, no las botes (al menos que sean piezas que verdaderamente no valen la pena). ¡Dónalas! Hay muchísimas organizaciones que les serviría de mucho ayuda tu donativo.
3) Divide por categorías
Parecerá complicado, ¡pero no lo es! Te será muy conveniente al momento de vestirte. Divide todas las piezas que tienes en tu armario en las siguientes categorías:
- blusas
- pantalones largos
- mahones
- faldas: largas y cortas
- trajes: largos y cortos
- jumpsuits
- rompers
- trajes formales
Una vez tengas todo segmentado por su área escoge el orden en que se te haría más fácil conseguirlas. En mi caso, yo tengo los pantalones y mahones primero; luego, las faldas largas; luego, las cortas; blusas, trajes, jumpsuits y trajes formales, al final.
4) Organiza por color
No creas que haz terminado. Si verdaderamente le quieres sacar el jugo a tu clóset, organiza cada categoría, que ya has seccionado, por color.
Para explicarte mejor, hablemos de las blusas, que es una de las prendas que más tenemos. Lo más probable tenemos de todos los colores habidos y por haber. Comienza con las vino, rojas, fucha, rosas, anaranjadas, amarillos y así sucesivamente. Repite este proceso con cada una de las categorías y te aseguro que ya no te tardarás tanto al escoger ropa.
Puedes hacer lo mismo con los zapatos. Yo no acostumbro dejarlos en cajas porque después se me olvida los estilos que tengo. Así que los divido por tenis, flats, plataformas y tacos.
Recoger un clóset puede llegar a ser mucho trabajo. Puedes estar todo el día en el proyecto. Así que yo ustedes, invito a mis amigas un sábado por la mañana, les preparo brunch, mimosas incluidas; y a cambio, que me ayuden a recoger y decidir qué se queda y qué se va.
¡No hay nada mejor que hacerlo entre amigas, un par de copas y buena música a lo Sex and The City! Piénsalo.
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