La noche más importante en el mundo de la moda se engalanó de las celebridades del momento con los diseñadores del momento y los mejores vestidos inspirados en el catolicismo.

Cuerpos Celestiales: la moda y la imaginación católica fue la temática de este año y por primera vez en mucho tiempo, vimos consistencia, dramatismo y alta costura, donde el único límite de la creatividad de los vestuarios era seguir el código de vestimenta, una práctica que no todos los años se respeta y se sigue.

Es difícil escoger LA o EL mejor vestido, pero cabe destacar el protagonismo de la casa de moda de Versace en la alfombra roja, ¡y era de esperarse! Su fundador, Gianni Versace, fue reconocido en sus tiempos por integrar elementos de la religión en su colección de Otoño 1997.

Así que Blake Lively, Kim Kardashian y Zendaya, entre una decena de celebridades más, decidieron irse a la segura y caer en la lista de mejores vestidas de la mano de su hermana, Donatella Versace.

Rihanna

Rihanna es la ganadora definitiva de las alfombras rojas del MET. Ella (y su stylist) tienen claro el propósito de la noche: drama, más drama y si hay dudas, ¡añade más drama! Por años consecutivos es la mejor vestida y este año no fue la excepción.

Vestida de Maison Mairgela en un outfit de tres piezas (jacket, bustier sobre falda y sombrero de obispo), su look tomó más de 250 horas en coser y 500 horas en bordar a mano.

Blake Lively

Una Virgen María caída del cielo, eso parecía Blake Lively vestida de Versace. Y tengo que admitir (no me maten) que aunque el estilo de Lively me encanta, por alguna razón nunca le encuentro el wow moment en muchas de sus alfombras rojas, pero definitivamente esta fue la excepción.

Era imposible pasar desapercibida luego de que la blusa nada más tomó 600 horas de bordar. Además de que su cola era tan larga que llegó a la alfombra roja en un party bus. Yeap. ¿Querían drama? ¡Lively los complació!

Ariana Grande

La cantante llevó la Capilla Sixtina a las escaleras del MET con un vestido de Vera Wang inspirado en “The Last Judgment” de Miguel Ángel, una pintura dentro de la capilla, en la ciudad del Vaticano.

Zendaya

Zendaya y su stylist tienen una combinación de atrevimiento y estilo que me encanta. Constantemente se retan a intentar looks nuevos y salir de su cómfort zone. En representación del poder y el feminismo detrás de la heroína Santa Juana de Arco, considerada una heroína por su papel en la Guerra de los Cien Años, su vestido metálico también Versace presenta una pieza de cuello y hombros con armaduras. ¡Empoderamiento femenino… yas! 

Fact: Juana de Arco era una adolescente campesina francesa que luchó por los franceses durante la Guerra de los Cien Años. En 1431, los ingleses la capturaron, la llevaron a juicio y la condenaron, quemándola en la hoguera con tan solo 19 años. El Papa Callixtus III la nombró mártir en 1456.

Solange

Solange no le tiene miedo a nada y no intenta agradarle a la masa. Su estilo es su estilo y el que no lo le guste, que no lo entienda. La artista llevaba en la cabeza un duran negro acompañado con un aro dorado, combinando una pieza característica de la cultura africana con algo universalmente angelical. Su vestido fue mucho más que un vestido en el Met, fue una crítica social simbólica. 

Kim Kardashian

La que puede, puede, y Kim Kardashian no fue a jugar. Sin dejar a un lado la sensualidad que la caracteriza, llevó un vestido de Versace hecho especialmente para destacar su espectacular figura. Aunque simple, comparado con otras versiones de vestidos, el total look la hizo destacarse entre las mejores vestidas dándonos un 90s vibe. Fue la única hermana que me dio vida en la alfombra roja. 

Winnie Harlow

¡Quiero ver más! 

Estos looks quizás no fueron los más destacados, pero siguieron la temática de la noche así que vale la pena mencionarlos.

Escrito por:

Nathasha Bonet

Periodista y comunicadora puertorriqueña con más sueños que ropa. Escribo desde mi casa despeinada. Experta en crear contenido para las redes sociales. Me gusta compartir historias que ayuden e inspiren a la mujer a ser la mejor versión de sí mismas, de adentro hacia afuera.

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