Mientras crecemos, buscamos la manera de continuar aspirando a ser la mejor versión de nosotras mismas. Tenemos sueños, metas, planes, y nosotras las mujeres cuando queremos algo, trabajamos duro para lograrlo.
Eso, mientras nos defendemos de la misogonia, el machismo, el acoso y los estereotipos que vienen acompañados con ser mujer. ¡Hay muchas presiones y expectativas!
Por eso, trabajar con nuestra fuerza interior y madurez emocional es lo que nos permite estar preparadas para enfrentar literalmente… lo que sea.
Confía que entre tanta incertidumbre, estos recordatorios son necesarios para mantenernos inspiradas y motivadas. El amor propio es el inicio de que podamos inspirar a otras mujeres a quererse sin prejuicios y defenderse por sí mismas.
1. Sé compasiva contigo
Mantener la casa limpia, cuidar a tus hijos y/o animales, ver a tus papás, salir con tus amigas, trabajar, pagar las deudas, cuidar de ti misma… ¡todo puede ser un poco abrumador! Y si fallamos en una, no nos atrevemos a ser compasivas con nosotras mismas. Esperamos la perfección, pero la realidad es que somos humanas y no podemos controlarlo todo. Una vez hayas aceptado eso, lo demás cae en orden por naturaleza. Flu-ye.
2. Aprende a decir no
¡Qué difícil se nos hace decir que no! Al principio te sentirás incómoda, pero una vez lo hagas te sentirás… liberada, empoderada y dueña de tu destino. En una sociedad que nos dice constantemente que digamos que sí, que aprovechemos todas las oportunidades que se nos presentan, decir que no es un acto de rebeldía. Y por eso, nos pueden hacer llamar “difíciles”, “divas” o “bichas”.
Sin embargo, cuando le dices que no a cosas que no quieres hacer, te liberas de una carga innecesaria, you stay true to YOURself y le abres oportunidades a otras mujeres.
3. Proponte a hablar menos de otras mujeres negativamente
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Fíjate en la manera que hablas de otras mujeres a tu alrededor y cuál es tu intención. Como dijo Obama recientemente, “if you’re confident about your strength, you don’t need to show me by putting somebody else down. Show me by lifting somebody else up”.
Las mujeres tienden a ser muy duras entre sí. La próxima vez que te encuentres en una situación como esta, entre amigas, compañeras de trabajo, o quien sea, tráelo a la atención. Educa a otras mujeres y contágialas con tu respeto y empatía.
4. Habla más contigo misma y saca tiempo para ti
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Saca el tiempo todas las semanas de hablar contigo misma y hacer un recap mental de todo lo que te ha sucedido en la semana, lo que has hecho y cómo te has sentido. Agradece, escribe en un journal, medita, date un baño, haz lo que te gusta.
Entre tantas responsabilidades, muchas veces se nos hace complicado darnos prioridad, pero una vez lo hagas te sentirás mejor contigo y con los demás.
5. Olvida el estándar
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Redefine lo que significa ser mujer para ti. No permitas que nadie dicte quién eres sin tu consentimiento. Aprende a quererte a tu manera y no te expliques. Rebaja, engorda, aféitate, quédate pelúa, sonríe, no sonrías, maquíllate, no te maquilles, despéinate, peínate, desnúdate, vístete. Lo que sea que hagas, sé fiel a ti y tu esencia. La que te hace mujer.
6. Controla tu línea de pensamiento
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La mente es un arma bien poderosa. Es bien fácil hacernos películas en la mente e irnos por una línea negativa. Enfócate en las cosas positivas que quieres atraer a tu vida. Tu mindset es todo. Visualízate y afirma. Responde, en lugar de reaccionar.
Busca momentos en tu día que te hagan sentir centrada en balance. Quizás es salir de la oficina a tomar aire fresco y caminar cinco minutos; mirar las nubes; tomarte una taza de café; respirar; sentir los rayos del sol, tocar la grama. Encuentra qué funciona para ti.
7. No evadas tus emociones
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Es fácil acostumbrarse a suprimir emociones cuando cualquier señal de emoción que mostramos nos hace vulnerables, especialmente en el ambiente laboral y en la escalera corporativa. Ya sea con situaciones del trabajo o en tu hogar, respeta tu voz interior y lo que sientes. Date el espacio de sentir lo que sea que tengas que sentir. Tus emociones son válidas. Es un proceso.
8. Para de disculparte por ninguna razón lógica
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Esta es una dífícil y sé que muchas, incluyéndome, lo hacemos. ¿Alguna vez has notado cuántas veces te disculpas al día? A veces por situaciones que ni siquiera merecen una disculpa. ¡Yo me he disculpado con personas que se tropiezan conmigo! Es una respuesta automática que lanzamos para diría yo que, ser buena gente..
Comienza a ser más consciente de tus disculpas. Incluso, retráctalas si fue un impulso del momento. No pidas disculpas por cosas que verdaderamente no deberías estar disculpándote. Guárdalas para momentos donde genuinamente quieras pedir disculpas.
9. Abraza tu sexualidad a tu manera
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Tu sexualidad no te desacredita y te pertenece solamente a ti. Ama tu cuerpo y libérate de prejuicios. Tomar control de nuestro cuerpo es lo que buscamos. Todavía falta mucho por hacer.
Por eso, continuamos luchando por tener autonomía de nuestros derechos reproductivos, garantizar igualdad de derechos a comunidad LGBTQ, especialmente a las mujeres trans –que son las más marginadas–, ofrecer protección a víctimas de violencia de género, acoso sexual y violaciones, y hacer justicia, tomar acción, desarrollar campañas de educación con perspectiva de género, ¡la lista continua!
10. Piensa en el colectivo
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Recuerda que hasta que TODAS las mujeres no tengamos igualdad de derechos, la lucha continua. Utiliza tu privilegio para defender las injusticias de otras mujeres con menos privilegios. Quizás para ti todo va de maravilla, pero para otras la historia es muy diferente.
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