Con una paleta de colores complicada de combinar: plateado, azul, naranja, blanco y negro, Kelvin logró proyectar sencillez y elegancia en sus piezas.
«El naranja es bien difícil de combinar porque cuando combinas un naranja con negro es bien chocante. Pues yo dije, ¿qué colores puedo implementar en el que naranja sea el protagonista?», expresó el diseñador.
El desfile, que tuvo una proyección un tanto futurística, comenzó con un enfoque en el color plata, pero el detonante fueron las piezas de estampado en los mencionados colores.
El estampado, que llamó mucho la atención entre el público, fue hecho digitalmente y exclusivamente para la colección gracias al conocimiento del diseñador en esta área. Incluso, algunos detalles fueron pintados a mano.
¿La inspiración? El cubismo. «Estaba tomando mi última clase de arte y empezamos a hablar de los distintos movimientos artísticos que han pasado durante las décadas y uno de ellos que me llamó la atención fue el cubismo… y me encantaron los cortes, las líneas así que intenté implementarlo a la moda actual«, explicó el joven diseñador.
El cubismo, iniciado por el pintor Pablo Picasso, rompe con la pintura tradicional y presenta una pintura compuesta por pequeños cubos. La creación está compuesta de figuras geométricas, fragmentando líneas y superficies.
«Me encanta la mujer que se vea femenina, pero que tenga este grado de sensualidad», culminó Kelvin, quien le gusta los cortes básicos, pero «que las telas hablen».
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